Biografía del tocaor PACO DE LUCENA escrita por Francisco Calzado Gutiérrez. 166 páginas. Incluye CD con 12 piezas interpretadas por Alejandro Hurtado y Mariano Delgado

Dio conciertos en los lugares más reconocidos de toda España y Europa. También pisó tierras americanas. Su repertorio solista se fundamentó en el dominio de la guitarra y su aportación fue decisiva para establecer los cánones del concertismo flamenco. Añadió a la base del toque de acompañamiento falsetas nuevas, variaciones y recursos técnicos buscando repeticiones cortas a modo de estribillos intercalados, de tal modo que conformasen una pieza estructurada de duración suficiente para cuadrar una composición temática. Así hizo con el toque de alegrías, que también se denominaba toque por rosas y que él tituló La Rosa. Igualmente transformó otros toques menores procedentes del acervo popular en piezas de concierto como el Bolero, el Vito, el Zapateado, los Olés, la Guajira, la Malagueña, la Rondeña, la Granadina, la Soleá, Seguidillas, Polos, Cañas, Murcianas, Guajiras…

No llegó a dejar testimonio sonoro de su pericia interpretativa y creativa a pesar de que varios años antes de su temprano fallecimiento ya existían medios para ello. Sí se han conservado anotaciones en papel pautado realizadas por quienes le conocieron o fueron sus alumnos y alguna pieza impresionada por terceros. Los comentarios y reconocimientos hacia Paco de Lucena por parte de Rafael Marín ―discípulo suyo―, Fernando de Triana, Javier Molina, Domingo Prat, Emilio Pujol, Antonio Chacón, Alfonso Puig Claramunt, Salvador Rueda… no son fruto de la hipérbole ni de la aureola de magnificencia que presidía su nombre cada vez que anunciaban su presencia para un concierto o acompañando a cantaores como Juan Breva, Silverio, Fernando el de Triana o Antonio Chacón.