El autor, tras bucear en los diversos documentos que ha hallado en un largo y detenido trabajo, nos presenta el verdadero rostro de Segundo Pastor.

Aquel Segundo Pastor que lo mismo bebia un vaso de vino con un recluso que brindaba con miembros de la realeza con artísticas copas de cristal de Bohemia; también el Segundo Pastor de los chistes y chascarrillos; el que gustaba visitar las tabernas con paisanos y amigos, y los círculos literarios con escritores, pintores, músicos, escultores, poetas...

Asimismo, nos presenta al Segundo Pastor investigador y maestro, al Segundo Pastor intérprete y compositor; al Pastor viajero con su guitarra al hombro, recorriendo las tierras de Rusia y Finlandia, de Itala e Israel, de Venezuela y Puerto Rico, de Bélgica y Estados Unidos.