01. Solanera (Bulerías)
02. Charlas con mi padre (Soleares)
03. Como candela (Rondeña)
04. Esa mirada tuya (Fandangos de Huelva)
05. Libre (Rumba)
06. Quiero ser tu puerto (Alegrías)
07. Noches del Albaicín (Granaínas)
08. La Habana Vieja (Guajiras)
09. Amo a escuchá una mijita (Fiesta por bulerías)

Paco El Leri", se presenta como la linterna mágica de la imaginación, como guitarrista con conciencia de estilo y con un lenguaje armónico de lo más interesante por su riqueza y generosidad. En su mundo había, de pricipio, un nucleo central, el toque de Morón, entorno al cual giraban los temas mas diversos, a modo de sucesión de imágenes de fulgurante intensidad vivencial. Diego era, pues, la urgencia del cuerpo, en cuanto que la concreción de lo vivido se le aparecía como la apetencia del alma.

Mas han pasado los años y este gran imaginador de fantásticas realidades, pese a que se ha definido con una personalidad propia, permanece, en esencia, inmutable respecto a su herencia, esto es, procede como un poeta o filósofo que divaga melancólicamente sobre el misterio esencial de su existencia. Y en eso coincide plenamente con Diego, lo mismo que en ese llegar al delirio en el ejercicio de guitarrista para personas de oídos selectos.

Pero si ahondamos aún más, parece como si esa forma de acariciar la guitarra hiciera quién sabe cuántos años dejó este mundo, de lo que se infiere que su concepción estética es, sin duda, un apartamiento bastante marcado del rumbo que siguen sus coetáneos. Claro que no es que sea ni mejor ni peor, sino un aspecto de una visión que tiene una profundidad y una originalidad no muy comunes en esta época. Es por eso que entrar a comparar la fuerza expresiva y la densidad del mensaje de Paco "El Leri" con el vértigo de los picados actuales, sería malgastar tiempo y saliva.

Manuel Martín Martín