Es complicado adivinar con certeza a qué se refería Manuel de Falla al afirmar que la causa principal para organizar el certamen granadino era la de recuperar el cante verdadero, el genuino y auténtico canto primitivo andaluz, porque el cante jondo se había perdido o estaba en riesgo de ello. En el centenario de aquella cita, ADIÓS GRANADA, EL CONCURSO DE CANTE JONDO DE 1922 pretende arrojar luz a una parte importante de las sombras que durante un siglo se han proyectado sobre el tan traído y llevado evento; uno de los más importantes de la historia del flamenco.

Gregorio Valderrama (Jaén, 1954) es sobre todas las cosas cantaor y estudioso de la historia del flamenco. Pertenecer a la familia Valderrama (es sobrino carnal del gran Juanito Valderrama e hijo del también cantaor Ángel Valderrama), le llevó a tratar personalmente a las figuras más importantes de los 60 y 70. Por eso puede hablar de ellas con conocimiento de causa. En consecuencia, vivió de primera mano el auge del Mairenismo y cómo aquellas estrellas de las compañías teatrales fueron pasando al más injusto de los olvidos. Eso le llevó a ejercer un pensamiento y opinión críticos hacia el nuevo movimiento, pero desde la más absoluta seriedad y rigor en el estudio del género.

Poniendo siempre en cuestión la bibliografía flamenca resultante y a partir de la magnífica colección de discos de pizarra que consiguió reunir, fue de los primeros estudiosos del flamenco en peinar las hemerotecas físicas en busca de los datos más precisos. Y todo desde la más absoluta formación autodidacta. El caso es que Gregorio Valderrama es una de los investigadores más reputados de este tiempo, cuya opinión y argumentos son tenidos en cuenta por la mayoría.

Como resultado, publicó en 2008 “De la música tradicional al flamenco” y en 2015 “Apuntes sobre la saeta flamenca”. Como cantaor tiene varios discos en el mercado. Ha impartido cursos de formación e historia sobre el flamenco en general y sobre los cantes de Málaga, ha participado en congresos, certámenes, ponencias y conferencias en universidades, peñas, conservatorios de música, bibliotecas, etc.

pretende arrojar luz a una parte importante de las sombras que durante un siglo se han proyectado sobre el tan traído y llevado evento; uno de los más importantes de la historia del flamenco.

Gregorio Valderrama (Jaén, 1954) es sobre todas las cosas cantaor y estudioso de la historia del flamenco. Pertenecer a la familia Valderrama (es sobrino carnal del gran Juanito Valderrama e hijo del también cantaor Ángel Valderrama), le llevó a tratar personalmente a las figuras más importantes de los 60 y 70. Por eso puede hablar de ellas con conocimiento de causa. En consecuencia, vivió de primera mano el auge del Mairenismo y cómo aquellas estrellas de las compañías teatrales fueron pasando al más injusto de los olvidos. Eso le llevó a ejercer un pensamiento y opinión críticos hacia el nuevo movimiento, pero desde la más absoluta seriedad y rigor en el estudio del género.

Poniendo siempre en cuestión la bibliografía flamenca resultante y a partir de la magnífica colección de discos de pizarra que consiguió reunir, fue de los primeros estudiosos del flamenco en peinar las hemerotecas físicas en busca de los datos más precisos. Y todo desde la más absoluta formación autodidacta. El caso es que Gregorio Valderrama es una de los investigadores más reputados de este tiempo, cuya opinión y argumentos son tenidos en cuenta por la mayoría.

Como resultado, publicó en 2008 “De la música tradicional al flamenco” y en 2015 “Apuntes sobre la saeta flamenca”. Como cantaor tiene varios discos en el mercado. Ha impartido cursos de formación e historia sobre el flamenco en general y sobre los cantes de Málaga, ha participado en congresos, certámenes, ponencias y conferencias en universidades, peñas, conservatorios de música, bibliotecas, etc.