01. Cuarenta novias (Bulerías de Cádiz) 
02. Alegrías de Albero
03. A los genios del arte (Sevillanas)
04. El cacharrito de Tomasa
05. A Ramón Jarana (Soleá)
06. Tanguillos del Aljibe
07. Nana caletera
08. Borrasca (Bolero por bulería)
09. Ceniza y fuego (Seguirilla)
10. Mi Cai no tiene Mina (Minera)
11. Bulería del duende
12. Fandangos de Palomar
13. De fiesta con Mariana (Bulería)

Cuando te acoges a una Denominación de Origen te comprometes con la tradición, la calidad y la preservación de las raíces, garantizando un éxito seguro; Pues bien, eso es precisamente lo que está ocurriendo en este instante con mi Flamenco. Al principio, cuando escuchaba por los mentideros que me veían como el sucesor de Chano Lobato o el Beni de Cádiz me pesaba e incluso me creaba un cierto rechazo porque me considero un cantaor con personalidad y no me gustan las comparaciones; Aunque por otro lado pienso que esas reacciones son fruto de la inmadurez y el fuego que te brinda la juventud. Todo toma sentido cuando te empiezas a conocer a ti mismo, te respetas, te aceptas y comprendes que el flamenco de Cádiz es el sentimiento que marcará tu camino. Entonces, comienzas a fluir en su entorno de una manera natural, coincidiendo con la idiosincrasia de los personajes de Cádiz que más has admirado siempre, en definitiva, es un secreto que la vida te ofrece y tú tienes que descifrar. Así que asumo el compromiso con alegría de cantaor y narrador de embustes sin malicia de intramuros con humedad caletera en cada uno de sus tercios o sea lo que viene siendo Cádiz en vena pasado por la licuadora de David Palomar